¿Hay ganas de calçots? Si quieres probar una auténtica calçotada donde no tengas que cocinar, ni oler a humo, ni preocuparte a hacer la salsa romesco, visita Restaurant Can Carola para comer los mejores calçots de temporada km0!
Nuestra tradición
El calçot es una cebolla delgada y suave que se planta y se arranca varias veces a lo largo de su crecimiento para amontonar la tierra a los brotes antes de ser asada. El nombre tiene su origen en el método de cultivo: *semienterrada en la tierra (las cebollas tienen que sentir las campanas, según los agricultores), puesto que los brotes son blancos y delicados.
La leyenda explica que fue descubierta por un agricultor de Valls, Tarragona, llamado «Chat de *Benaiges» los últimos años del siglo XIX, que cocinó los delicados brotes de una antigua cebolla especialmente cultivada para ser cocinada.
La calçotada consiguió un amplio público a principios del siglo XX, cuando se convirtió en una comida habitual en fiestas de muchas familias.
Sin embargo, a mediados del siglo XIX, la calçotada no experimentó una expansión significativa hasta que la Peña Artística de la Olla organizó sus famosas calçotades, a las cuales acudían destacadas personalidades del mundo artístico y cultural de Barcelona.
¿Cómo se preparan los calçots?
Es fundamental cortar las hojas verdes y las raíces a la medida antes de asarlos, para que después se puedan colocar a las parrillas a fuego alto. Cuando están hechos, se envuelven en papel de periódico para conservar el calor.
¿Cuál es la mejor época para comer calçots?
A mediados de enero es cuando empieza la temporada alta de calçots.
Los calçots se llevan a la mesa muy calientes, todavía envueltos en papel de periódico para que conserven el calor y se colocan en una baldosa, donde todos esperan con una rebanada de pan con tomate y una tarrina de salsa romesco para empezar a disfrutar!
Quien quiera calçots el día de la Feria del Calçot de Vila-sacra debrá pedirlos antes del domingo 6 de marzo!